Mientras continúa la investigación por feminicidio, el hallazgo de un arreglo floral introduce dudas, teorías inquietantes y puntos de interés para las autoridades
Una semana después del homicidio de Valeria Márquez en su salón de belleza ubicado en Zapopan, Jalisco, un ramo de rosas rojas fue hallado en el lugar, acompañado de un mensaje que despertó interrogantes, sospechas y una nueva línea de indagación: una cinta blanca con una palabra escrita: “Perdón”.
Este detalle no pasó desapercibido. A pesar de que muchas personas han acudido al sitio con velas y flores, este ramo atrajo la atención de las autoridades. No debido a las rosas en sí, sino por el significado del mensaje en un caso que ha impactado al país.
La policía de Zapopan llegó al sitio, tomó fotos y recogió el ramo para su análisis. Lo que parecía un gesto emblemático se convirtió en un elemento crucial de una investigación por feminicidio.
Valeria Márquez prefería rosas.
En las redes sociales, algunos seguidores recordaron que, en una de sus últimas transmisiones, alguien le preguntó si prefería rosas rojas o blancas. Para muchos, el hecho de que se enviara este ramo podría ser una señal de que el asesino o alguien cercano intenta transmitir un mensaje.
La investigación continúa abierta y surgen interrogantes cada día. ¿Quién envió las flores? ¿Por qué pedir perdón? ¿Fue un intento de disculparse, una manera de llamar la atención o un mensaje directo para las autoridades?
Valeria Márquez tenía 23 años. Era emprendedora, creadora de contenido y propietaria de su propio negocio. Compartía su vida con miles de personas a través de las redes sociales. Su asesinato fue captado en video y se hizo viral rápidamente. Sin embargo, ahora lo que centra la atención en el caso no es el video, sino el ramo de rosas.
Un repartidor rompe el silencio.
Poco después de que se entregaran las flores, reporteros locales encontraron al hombre que las entregó. Inmediatamente le preguntaron si conocía a Valeria o si tenía conexión con el caso. Su respuesta fue contundente: “Solo me mandaron”. El repartidor explicó que trabaja para una florería, que alguien hizo el pedido y que su única función era dejar las flores en el lugar y tomar algunas fotos como comprobante.
No reveló quién había solicitado el arreglo. Comentó que no conocía ni al remitente ni a la víctima. Solo realizaba una entrega más. Sin embargo, esta entrega no fue como cualquier otra. El mensaje “perdón” generó inquietud porque podría estar vinculado directamente con los hechos violentos que ocurrieron el 13 de mayo, cuando Valeria fue alcanzada por disparos mientras realizaba una transmisión en vivo desde su salón, Blossom The Beauty Lounge.
Desde ese momento, la Fiscalía de Jalisco se ha hecho cargo del lugar. En su interior, todo permanece tal como lo dejó Valeria esa tarde: su bebida a medio consumir, sus utensilios de belleza y algunos regalos aún sin abrir. En el exterior, su recuerdo perdura a través de flores, carteles y mensajes de sus amigos y admiradores.
Sin embargo, lo que alteró la rutina de luto fue un ramo rojo que llegó sin remitente y con una palabra cuya explicación sigue siendo un enigma. Las autoridades ahora están tratando de averiguar quién lo envió y si está vinculado al asesinato. Incluso se considera que podría ser una pista significativa.
El mensajero que entregó las flores ya ha declarado. Ahora, los investigadores intentan localizar a quien escribió el mensaje. La historia de Valeria no concluye con su fallecimiento. El caso sigue añadiendo elementos, y cada detalle, aunque parezca insignificante, podría ser fundamental para aclarar lo ocurrido.
La palabra “perdón”, escrita sin ninguna otra aclaración, ha dejado una herida sin sanar. No solo en el lugar del crimen, sino en la conciencia colectiva de un país donde la violencia hacia las mujeres sigue en aumento. La indagación avanza, y el silencio de quien envió las flores se ha convertido en un nuevo enigma.
Con información de infobae.com
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