Además de ofrecer su experiencia en la creación de dispositivos explosivos, los antiguos soldados colombianos que apoyan al crimen organizado en México también les brindan asistencia en tareas de vigilancia y contraespionaje para rastrear los movimientos y el equipo del Ejército mexicano, afirmaron fuentes del gobierno.
Así, organizaciones como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) logran monitorear las actividades de los soldados mexicanos mediante drones que pueden abarcar zonas de hasta 5 kilómetros desde el operador y a una altitud de mil 500 metros.
¿En qué zonas operan los drones?
Los vehículos aéreos no tripulados son enviados por los delincuentes a áreas y batallones del ejército, que en su mayoría son de infantería o bases operativas.
Este avance va de la mano con las pautas de Inteligencia y Contrainteligencia con las que el Ejército Nacional de Colombia ha preparado a sus tropas, destinados a cumplir con el Plan Conjunto de Inteligencia y el Plan Nacional de Inteligencia para combatir el narcotráfico en ese territorio.
«Contamos así con estos ex militares que tienen la habilidad para diseñar estrategias y políticas en la administración de recursos humanos, técnicos, físicos y financieros; lo que se complementa con el uso de armamento potente y la elaboración de dispositivos ocultos para llevar a cabo una ‘guerra de guerrillas’ de un grupo delictivo hacia otro, e incluso hacia nuestro personal desplegado«, mencionó una fuente especializada en planeación estratégica.
Con los drones de vigilancia, los delincuentes tienen la capacidad de colocar minas o llevar a cabo otras actividades ilícitas, ya que conocen la ubicación precisa de las unidades del Ejército.
«Es frecuente observar grabaciones de estos grupos disparando sus armas o trasladándose en sus vehículos, porque tienen información sobre el personal en el terreno, y esa es la parte más crucial que se debe atender«, indicó un miembro del Ejército.
¿Cómo comenzaron a emplear los drones?
Según las fuentes, «el uso de drones se inició principalmente debido a necesidades bélicas en diversas guerras, con el fin de llevar a cabo acciones de espionaje; más adelante, estos dispositivos fueron evolucionando y su uso se expandió a varias actividades en las que resultaron muy útiles, como vigilancia, cartografía e investigación«.
«Sin embargo, no hay duda de que también siguieron utilizándose para fines bélicos, ahora con mayor importancia y con un desarrollo tecnológico sin precedentes«.
Como veteranos, los colombianos también enfrentaron ataques con drones por parte del narcotráfico en su país, incluidos los grupos disidentes de las FARC y otros actores violentos.
Estos drones se están usando para trasladar explosivos y llevar a cabo ataques contra instalaciones militares, policiales y civiles.
“Este creciente uso de drones cargados de explosivos en Colombia es un asunto habitual para los soldados de esa nación, lo que plantea nuevos desafíos para sus capacidades defensivas, en el desarrollo de tácticas que permitan una respuesta militar rápida, pero durante este proceso, los militares adquieren un mayor conocimiento sobre el manejo de estos recursos bélicos, así es como llegan al país (México) ya como exmilitares”, señalaron.
Ejército mexicano enfrenta a los carteles
Para el Ejército mexicano, incluso con estos actos delictivos, sus fuerzas en tierra y aire poseen la habilidad de confrontar a las células y sus organizaciones.
“Se observa un notable debilitamiento en sus filas, gracias a capturas significativas, lo que les obliga a recurrir a medidas desesperadas como el uso de bombas”, afirmó una de las fuentes consultadas sobre este asunto.
Con información de milenio.com
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