La presidenta Claudia Sheinbaum negó las acusaciones de que su administración haya fomentado o instigado protestas violentas en Estados Unidos, especialmente en Los Ángeles, tras las recientes redadas migratorias.
La mandataria aseguró que estas afirmaciones son falsas, fuera de contexto y son parte de una táctica para provocar un conflicto diplomático entre los dos países.
«Entendemos que defiende a los mexicanos en Estados Unidos, pero hay personas que publican información que es completamente falsa, descontextualizada, y que luego algunas otras individuos en Estados Unidos retoman esa información«, dijo.
«Además, no se trata de una crítica a la Presidenta, sino de un intento por aumentar un conflicto entre México y Estados Unidos», agregó.
En su conferencia matutina del miércoles, Sheinbaum abordó directamente las acusaciones lanzadas por figuras americanas, como la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, quien advirtió que la Presidenta alentó protestas violentas en suelo estadounidense.
En sus comentarios, Sheinbaum rechazó cualquier conexión con los eventos ocurridos en Los Ángeles y aclaró que su postura respecto a las movilizaciones fue malinterpretada.
Estas afirmaciones surgieron después de que en el fin de semana se compartieran imágenes de personas exhibiendo banderas mexicanas durante manifestaciones en Los Ángeles, en ocasiones sobre patrullas o motocicletas, lo que fue visto por algunos políticos como un acto provocador.
A estas acusaciones se unieron críticas de otros sectores en Estados Unidos, que afirmaron que la presidenta mexicana habría instado a manifestarse contra el gobierno estadounidense tras las redadas migratorias.
Sheinbaum califica la movilización como «provocación».
Sheinbaum indicó que sus comentarios previos estaban vinculados a una iniciativa en el Congreso estadounidense que proponía la imposición de impuestos a las remesas, lo que causó preocupación en el gobierno mexicano.
En esa ocasión, explicó, se convocaron a acciones pacíficas, como el envío de cartas a legisladores estadounidenses por parte de ciudadanos con doble nacionalidad y visitas de senadores mexicanos de todos los partidos a Washington para expresar su oposición a la medida.
De acuerdo con sus declaraciones, esas movilizaciones fueron legales, no violentas y de índole diplomática.
«Yo las catalogué como provocaciones. Hace dos días, vi dos imágenes que mostraban banderas mexicanas, una en una motocicleta y otra sobre una patrulla en llamas, y dije ‘realmente parecen más provocaciones que otra cosa‘», comentó.
«Desde el primer momento, dijimos: ‘no estamos de acuerdo con las redadas como método para tratar a los migrantes en Estados Unidos y cuentan con todo el respaldo de los consulados’, pero jamás hemos convocado a una movilización violenta. Nunca en nuestra historia, y aquí hay estas dos imágenes«, afirmó.
La mandataria enfatizó que México siempre intentará mantener una relación positiva con Estados Unidos, aunque sea desde la igualdad y sin estar en una posición subordinada. Recordó que las gestiones diplomáticas de México, tanto en lo relacionado con las remesas como en lo referente a las redadas, se han llevado a cabo a través de vías oficiales y de manera pacífica.
Con información de MILENIO.com
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