La infraestructura dedicada al tratamiento del cáncer en México atraviesa una profunda crisis de distribución y capacidad, según un informe titulado «Evaluación de las disparidades en la distribución de recursos contra el cáncer en México«, publicado en BMC Health Services Research.
El estudio revela que apenas el 5% de las 14,133 instalaciones de salud evaluadas en el país están preparadas para ofrecer atención especializada en esta enfermedad. Esta situación evidencia una concentración alarmante de recursos en algunas pocas áreas, como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, lo que deja a gran parte de la población sin acceso a diagnósticos completos ni a tratamientos integrales.
Dirigido por la doctora Elysse Bautista González, junto a reconocidos expertos como la Dra. Alejandra Palafox Parrilla, el Dr. Alejandro Mohar, el Dr. Andrés Quintero Leyra y Richard Sullivan, el análisis pone de manifiesto las profundas desigualdades en la atención oncológica en México. El informe alerta sobre la insuficiencia de infraestructura crítica, como equipos de radioterapia, braquiterapia y quirófanos especializados, que están centralizados en unas pocas regiones urbanas, dejando a millones de personas en áreas rurales y marginadas sin opciones efectivas para tratar esta enfermedad.
El cáncer se ha convertido en la tercera causa de muerte en el país, revelando que una de cada ocho personas fallece a causa de esta enfermedad. Casi la mitad de estas muertes ocurre en personas de edad productiva, entre los 15 y 64 años, lo que no solo representa una tragedia en términos humanos, sino también un impacto económico considerable, ya que afecta a quienes están en plena etapa laboral y son pilares en el sustento de sus familias.
El estudio también subraya las deficiencias estructurales del sistema de salud mexicano, que no ha podido priorizar el cáncer como un problema de salud pública. A pesar de la gravedad de la situación, las políticas públicas no han destinado los recursos indispensables para asegurar una atención adecuada y equitativa a los pacientes oncológicos.
Finalmente, se destaca que la mayoría de las instalaciones de salud en México carecen de la capacidad necesaria para realizar diagnósticos precisos, dificultando así la detección temprana del cáncer, un factor crucial para mejorar las tasas de supervivencia. Asimismo, la falta de acceso a tratamientos integrales, como quimioterapia, radioterapia y cirugía especializada, agrava aún más la situación de aquellos pacientes que no cuentan con seguridad social.
La concentración de recursos en grandes ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey ha generado una notable disparidad entre quienes habitan en estas áreas urbanas y aquellos que viven en comunidades rurales o apartadas. Esta desigualdad geográfica obliga a muchos pacientes a recorrer largas distancias para acceder a atención médica, lo que conlleva costos adicionales y, en numerosas ocasiones, la imposibilidad de continuar con sus tratamientos.
El informe publicado en BMC Health Services Research no solo pone de relieve las deficiencias del sistema de salud, sino que también representa un urgente llamado a las autoridades para que incluyan la atención al cáncer como una prioridad en las políticas públicas. La escasez de inversión en infraestructura y en recursos humanos especializados perpetúa un ciclo de desigualdad que impacta negativamente a los sectores más vulnerables de la población.
Con información de infobae.com
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