No sólo son leales en cuanto al amor a los humanos, los perros también son fieles al compartir conexiones cerebrales con ellos.
La Universidad de Viena realizó un estudio, donde escanearon los cerebros tanto de los caninos como de sus dueños, utilizando una resonancia magnética funcional (FMRI).
¡Hasta conexiones cerebrales! Los humanos comparten percepciones con sus perros
Pese a que es increíble de creer, los pequeños de cola animada, los perros llevan la relación con sus humanos más allá de pedir unas cuantas croquetas; sino que también poseen conexiones cerebrales similares a los de sus dueños.
Te puede interesar: ¿Puedes recordar los primeros años de tu vida?
Ese enlace del que se habla, se encuentra enfocado a la manera en como tanto, las mascotas como sus dueños, perciben de la misma manera los cuerpos y las caras de diferentes especies.
Un estudio amistoso
Los datos revelados fueron los resultados de un estudio liderado por la Universidad de Viena, el cual fue publicado este año en la revista Communications Biology.
La investigación reveló que los perros y los humanos tienen regiones cerebrales similares involucradas en la percepción de cuerpos y caras.
Los investigadores realizaron una resonancia magnética funcional (FMRI) para escanear los cerebros de 15 perros y 40 humanos mientras se les mostraban imágenes de cuerpos y caras de diferentes especies, así como objetos inanimados.
Resultados increíbles
Los resultados mostraron que tanto los perros como los humanos poseían regiones específicas en el lóbulo occipito-temporal.
Las cuales se activaban más cuando veían cuerpos y caras de seres vivos, que cuando veían objetos inanimados. Estas regiones cerebrales están involucradas en la vía visual ventral, que procesa la forma, el color y la identidad de los estímulos visuales.
Sorprendentemente, estas regiones eran análogas entre las dos especies, lo que significa que tenían una ubicación y una función similares. Esto sugiere que tanto los perros como los humanos tienen un mecanismo común para percibir los cuerpos y las caras de otros animales.
Estos hallazgos destacan la profunda conexión entre nuestras especies y arrojan luz sobre cómo los perros pueden entender y responder a nuestras expresiones faciales y posturas corporales.
Las diferencias también unen
La investigación también reveló que pese a que existen similitudes, las diferencias entre perros y humanos, también están presentes.
Los investigadores explicaron que los humanos tienen regiones más especializadas para reconocer las caras humanas, mientras que los perros no muestran esta preferencia.
Adicionalmente, los perros tienen representaciones neuronales de las caras y los cuerpos en regiones olfativas, lo que indica que integran información visual y olfativa para reconocer a otros individuos.
En el estudio también se descubrió que tanto los caninos como los humanos tienen una región del lóbulo temporal que se especializa en la percepción visual de la postura. Esto demuestra que, a pesar de que los lóbulos temporales caninos y humanos evolucionaron de manera independiente, llegaron a conclusiones similares en términos de procesamiento visual.
Los resultado de la investigación no sólo destacan la conexión entre perros y humanos, sino que también revelan peculiaridades en el procesamiento visual de los perros. Estas particularidades podrían estar relacionadas con su adaptación al entorno y su comunicación con otros animales.
Similares estructuras cerebrales y cambios químicos
Casi del mismo modo, se conoció que los perros tienen las mismas estructuras cerebrales y cambios químicos que están detrás de las emociones en el ser humano.
Es decir, ambos producen oxitocina; una hormona involucrada en generar el sentimiento de apego y de confianza.
Estudios previos han demostrado que cuando el canino escucha la voz de su dueño o percibe su olor, empieza a liberar dicha hormona.
De acuerdo a Stanley Coren, profesor emérito en el Departamento de Psicología de la Universidad de British Columbia y autor de varios libros sobre el comportamiento de los perros, estos animales tienen una mente equivalente a un niño de unos dos años; por lo tanto, pueden expresar emociones básicas, como el miedo, la ira, alegría, sorpresa.
No obstante, no poseen la capacidad de comprender emociones complejas, como la vergüenza, la culpa o el orgullo, que se desarrollan en el humano a los 5 años.
Con información | Futuro 360 | Los Angeles Times
Obtén información al instante, únete a nuestra comunidad digital
Síguenos en nuestras cuentas de Redes Sociales
Instagram: @mexiconews24
Twitter: @mexiconews24